viernes, 27 de octubre de 2017

CONCLUSIONES

Todos estos mitos han contribuido a que se transmitan enfermedades fácilmente prevenibles. Lo importante es hacer entender a la población que es esencial seguir los calendarios de vacunación, especialmente en la población más vulnerable: los niños. Porque, incluso vacunándote, puedes infectarte de algunas enfermedades; entre un 5-10% de las personas no desarrollan inmunidad pese a ser vacunadas. No obstante, mediante la inmunización de la mayor cantidad de población posible, el número de personas afectadas se reduce significativamente.

A veces, los niños pueden tener una reacción a una vacuna, como fiebre o un sarpullido. Pero es evidente que los riesgos de sufrir reacciones graves a vacunas recomendadas, son insignificantes comparados con los asociados a las enfermedades que estas vacunas previenen.

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos de las entidades de prestigio internacional en la investigación y en la salud, aún hay quien continúa alimentando estas falsas creencias. En este sentido cabe destacar la responsabilidad de los medios de comunicación, para difundir información fiable y contrastada, evitando contenidos poco rigurosos que contradicen la evidencia científica y que pueden ser realmente dañinos. 


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